Diseñé un módulo cuyo elemento estructural es un bastidor de madera sin ensamblar, complementado con un panel de abeja en su interior, destinado éste a lograr una total planimentría en toda la superficie de los dos paneles, de iguales características, una vez encolados y prensados en frío. Estos soportes los he imprimado con una base acrílica, en unos casos en color blanco, utilizando además del fondo un bióxido de titanio, en otros, con un tono terroso, logrado con la adición de un óxido de hierro.

    La forma de trabajar sobre esta superficie ha sido manchar directamente ha sido manchar directamente con brocha y color, buscando el movimiento de las figuras. Acabada esta fase se han eliminado los restos del pincel y después he aplicado el color, que previamente había mezclado sobre otra superficie, con esponjas de distintas texturas en correspondencia directa con aquella que yo deseaba obtener.

    Los pigmentos utilizados han sido: bióxido de titanio, óxido de zinc, amarillo de cromo, cromato de zinc, óxido de hierro, rojo de molibdeno, óxido de cromo, verde ftalocromo, prusia de ferricianuro y azul ftalocianina. Como aglutinante he utilizado un acetato de polivinilo directamente.

    Para los dibujos cambié la forma habitual de los lapiceros por otra que me permitiera obtener unos trazos más rítmicos, con distintos grosores de línea según la posición de éste con relación al papel. Para el nuevo formato necesitaba un aglutinante más compacto y flexible que los tradicionales. Este elemento aglutinante fue una parafina incolora que además le añadía al dibujo una dificultad muy atractiva: no se puede borrar ningún trazo. Como pigmento suelo utilizar un óxido de hierro y plombajina en proporciones varias según el tono que deseo obtener.